A lo largo de los últimos 100 años, la evolución de la ciencia y la tecnología ha abierto puertas que nunca creímos posibles, arrojando luz sobre conceptos erróneos y aportando nuevas respuestas y soluciones. Todo se ha transformado, desde la medicina al transporte, pasando por la fabricación y la educación. No hay aspecto de nuestra vida cotidiana que no se haya visto afectado, incluido el medio ambiente. Los científicos han sido capaces de crear herramientas que nos ayudan a comprender el mundo mejor que nunca.
Pero, como todos sabemos, cuando se trata de la salud de nuestro planeta, algunos de estos avances han sido un arma de doble filo. El cambio climático es, con mucho, uno de los mayores efectos secundarios de la industrialización y la rápida evolución de la ciencia, la tecnología y la vida moderna.
Pero, ¿cómo podemos estar seguros? ¿No podría ser el cambio climático el resultado de los patrones regulares de calentamiento y enfriamiento de la Tierra, que se han venido produciendo durante millones de años? ¿Estamos seguros de que el ser humano es la causa principal?
La respuesta es SÍ
Los climatólogos han desarrollado métodos de seguimiento y análisis de patrones meteorológicos que se remontan a decenas de miles de años. ¿Cómo han analizado los científicos estos patrones? Las herramientas son los testigos de hielo y los anillos de los árboles, así como otros materiales físicos, químicos y biológicos almacenados en corales, algas (diatomeas) y organismos unicelulares (forams). Observando las capas naturales registradas por cada uno de estos organismos y sustancias, los científicos pueden determinar la temperatura y el nivel de precipitaciones durante periodos de tiempo concretos.
Tras un análisis exhaustivo y miles de estudios revisados por expertos -incluido un estudio de 2021 que analizó más de 88.000 documentos climáticos en inglés-, los científicoshan llegado a una conclusión muy reveladora: desde 1950, el ser humano ha causado casi el 100% del calentamiento global observado.
¿Cómo lo sabemos?
Existe una gran variedad de estudios publicados disponibles en Internet. Por desgracia, el problema del lenguaje excesivamente científico es que puede resultar de difícil acceso, sobre todo si no es algo con lo que te encuentres en tu vida diaria (que, seamos sinceros, es el caso de la mayoría de la gente). Por eso desglosamos los conceptos clave de estos estudios científicos para ayudarte a entender cómo han llegado los científicos a estas conclusiones y, ahora que tenemos estos conocimientos en la mano, qué podemos hacer al respecto.
Identificar el problema y sus causas
Identificar el origen del cambio climático requiere un proceso de dos pasos.
- Paso 1: Identificar y/o confirmar que existe, de hecho, un cambio inusual en las temperaturas globales.
- Paso 2: Determinar la causa (o "atribución") de este cambio
Estas dos cosas se hacen observando los cambios en el sistema climático actual y comparándolos con los modelos climáticos del pasado y con los valores climáticos normales mediante el uso de estadísticas. Por ejemplo, al analizar uno de los factores del clima y el tiempo -la temperatura-, ¿hay pruebas de que la influencia humana en las variables de temperatura pueda distinguirse de los patrones que se producen de forma natural?
Para establecer comparaciones, los científicos analizan diversas variables con el fin de determinar si el clima de la Tierra ha cambiado y cómo lo ha hecho. Estas variables incluyen, entre otras, las siguientes:
- Tendencias a largo plazo de los cambios climáticos
- Cambios en los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos
- Causas de los fenómenos meteorológicos y climáticos
- Repercusiones climáticas
- Sensibilidad climática
El último punto, la sensibilidad climática, se refiere al cambio constante de la temperatura anual de la superficie del planeta tras una duplicación de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Esencialmente, cómo ha reaccionado el clima (a lo largo del tiempo, no instantáneamente) tras cada duplicación del dióxido de carbono (que se ha producido muchas veces desde la década de 1950).
CONCLUSIONES SOBRE EL CLIMA Y EL AUMENTO DE LA TEMPERATURA GLOBAL
El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas muestra que la temperatura global del aire en la superficie de la Tierra ha aumentado 1,1 °C (o aproximadamente 2,2 °F) desde 1900, es decir, aproximadamente 0,2 °C por década. Sabemos que esto no se debe a los patrones normales de calentamiento del clima gracias a los estudios sobre las normales climáticas, mencionados anteriormente.
Los científicos también han analizado la radiación solar para ver si esta fuerza es lo suficientemente fuerte como para haber aumentado la temperatura de la superficie de la Tierra. Sin embargo, comparando los modelos climáticos -bases de datos informáticas que utilizan algoritmos avanzados para seguir las tendencias meteorológicas y climáticas a lo largo de miles de años- con las observaciones y los datos de estas tendencias entre 1901 y 2010, los científicos descubrieron que la influencia del sol en las temperaturas globales sólo ha sido de 0,1 °C en los últimos 100 años.
A fin de cuentas, el Informe Especial sobre la Ciencia del Clima es el que mejor resume las conclusiones de los científicos de todo el mundo. "...Utilizando los modelos actuales, no se conoce ninguna fuente de variabilidad climática interna que pueda reproducir el calentamiento observado durante el siglo pasado sin incluir un fuerte forzamiento positivo procedente de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero". En otras palabras, el rápido cambio climático de los últimos 100 años es obra del hombre.
Próximos pasos
Ahora que sabemos a ciencia cierta que nuestro planeta se está calentando a un ritmo drásticamente acelerado, ¿qué estamos haciendo al respecto? ¿Qué podemos hacer?
A estas alturas, es probable que hayas oído decir a entidades e investigadores medioambientales de todo el mundo que no es demasiado tarde siempre que actuemos AHORA. Deben producirse grandes cambios a escala mundial para detener la producción de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático. Tal y como están las cosas, es demasiado tarde para detener el cambio climático por completo; ya hemos bombeado suficientes gases a la atmósfera como para que el calentamiento global siga produciéndose, pero hasta qué punto esto ocurra sigue estando en nuestra mano.
El cambio puede ser incómodo, pero no es imposible. Las empresas, los gobiernos y las personas tenemos que abordar el uso que hacemos de los recursos naturales críticos, los residuos que producimos habitualmente, nuestro consumo de energía y nuestra huella de carbono individual. (Climate Action Teams ofrece una herramienta digital para medir tu huella de carbono en pocos minutos).
Mantente informado; nunca dejes de aprender sobre el medio ambiente y lo que puedes hacer para protegerlo. Y, lo más importante, corre la voz. Contarle a una sola persona los efectos negativos del cambio climático puede marcar la diferencia.
Tienes el poder, pero tienes que elegir usarlo.
